Tener unas galletas para tomar de vez en cuando (o no tan de cuando en cuando ;) está genial. Con un café o un té van muy bien, y cuando tienes hambre de algo pero no sabes de que, casi siempre apetecen... Llevaba un tiempo buscando unas galletas que no fueran sólo de mantequilla (como ingrediente graso) y gracias Webosfritos he dado con unas que nos han encantado. Las de mantequilla están deliciosas, claro, pero si se puede meter un poco de aceite de oliva y reducir la grasa animal pues mejor. No es por nada más que sentirse mejor al comerse 3 o 4, pero eso ya lo justifica ;)
En este caso las galletas llevan ambas cosas, aceite de oliva virgen y mantequilla. Es muy complicado hacer unas galletas son nada de mantequilla, porque el aceite no logra amalgamar la masa de la misma manera y se deshacen las galletas. Se pueden lograr y quedarán más arenosas, pero con una parte de mantequilla se consigue que se puedan formar como galletas (la masa es una bola aunque un poco quebradiza) pero que tengan también aceite, con sus bondades y con su cambio en el sabor y la textura, que también es un extra. Estas galletas quedan entre crujientes y tiernas, por fuera están duritas pero por dentro conservan un punto arenoso que se deshace muy rico y agradable. Son diferentes, sobre todo. ¡Probad!