Bundt Cake de calabaza

Se suele decir que año nuevo, vida nueva, y además es el momento clásico de los propósitos maravillosos que cumplir y las buenas intenciones... Pues bien, debe ser por tanto un buen momento para retomar este pobre Blog medio abandonado desde hace meses...¿no?

Y qué mejor manera de recomenzar esto que con una deliciosa novedad en nuestro repertorio de recetillas de repostería... Un bizcocho húmedo y denso con calabaza asada, de esos que los anglosajones llaman Bundt Cakes. Lo curioso de este nombre es que deriva de una forma concreta de molde en el que suelen hacerse estos pasteles. Son moldes con forma de corona circular y con decoraciones en forma de relieves variados, como veis en la foto de aquí al lado (pero hay otros muchos más extraños). Si queréis saber más, podéis consultar en la evidente Wikipedia en su artículo en inglés sobre este tema.

Estos moldes pueden encontrarse en diferentes materiales, pero nosotros hemos probado solamente de silicona (que fue un regalo) y la verdad es que hemos acabado encantados por lo fácil que se desmolda el pastel, y lo bien que se limpia, saliendo un bizcoche perfecto muy fácilmente.

En esta ocasión hemos elegido una receta con calabaza. No es el primer pastel con calabaza que hacemos, pero si es el que más nos ha gustado con diferencia hasta ahora. Ya se sabe que hay muchas recetas de un mismo pastel, con pequeñas o no tan pequeñas variaciones, y que cada una da resultados distintos. En este caso estamos muy contentos con esta combinación de ingredientes, y tenemos que agradecérselo a la gente de Baker Street.

Sobre la variedad de calabaza, suponemos que se puede hacer con cualquiera. Nosotros hemos probado con dos tipos, y sin duda alguna la versión más especial y deliciosa la hicimos con calabaza potimarron, también llamada de Hokkaido. Es quizá una calabaza más rara de ver, pero si la encontráis, compradla porque es muy diferente a las normales, tiene un toque como a castaña (de ahí el nombre, marron en francés es castaña) y salen unas cremas y pasteles alucinantes. Es muy poco fibrosa, y por eso el puré con su pulpa es casi cremoso, como una masa, y va tan bien para el bizcocho. Con calabaza normal sale igualemnte muy bueno, y aunque suelen ser más fibrosas y su pulpa más parecida al rallado de una zanahoria que a un puré, el sabor es bueno y el bizcocho queda igualmente húmedo, aunque sin el toque a castañas tan especial.

¡Pasemos a la acción!

• Ingredientes (en orden de aparición ;-)

• 100 g. de mantequilla a temperatura ambiente
• 1/4 de taza de aceite de oliva rico
• 1 taza y 1/4 de azúcar (moreno mezclado con blanco, por ejemplo)
• 2 huevos grandes o 3 pequeños
• 2 tazas de harina, a ser posible integral (espelta o trigo, lo mismo da)
• 2 cucharaditas de levadura
• 1/2 cucharadita de bicarbonato
• 1/2 cucharadita de sal
• 1/2 cucharadita de de jengibre molido
• 1 cucharadita de canela en polvo
• 1/2 cucharadita de nuez moscada
• 1/4 cucharadita de clavo molido
• 1/2 taza de buttermilk o en su ausencia (nunca he tenido ;), leche con el zumo de medio limón para que se corte.
• 3/4 de taza de pulpa de calabaza asada en el horno. Si te da pereza asarla, puedes concerla y escurrirla muy bien del agua que absorve. Será quizá algo menos sabroso, pero más cñomodo. Nosotros siempr eponemos más de 3/4 de taza porque lo hacemos a ojo... y sale buenísimo :)

• Preparación

Hacemos como en muchos bizcochos típicos, es decir separar lo seco (harinas, especias, levaduras) de lo húmedo (grasas, huevos) que va con el azúcar. Por un tercer lado dejamos la leche o buttermilk.

Batimos la mantequilla con el aceite y el azúcar lo mejor que podamos. Si se tiene batidora de varillas, Thermomix o robot de cocina, adelante con ello. Si se tiene solamente Brazomix, ¡a darle caña! Queremos una masa blanquita, espumosa y aireada. Vamos añadiendo los huevos uno a uno y batimos entre medias para obtener una mezcla muy cremosa y espumosa.

Mezclamos la harina, la sal, las especias y los agentes levantes (levadura y bicarbonato) en un cuenco y reservamos. En una taza preparamos el falso buttermilk, si es necesario le damos un golpe de calor para que se corte la leche.

Vamos vertiendo ahora la mezcla seca sobre la masa de grasas, huevos y azúcar. Añadimos un tercio de la harina y removemos suavemente, sólo hasta que se incorpore. Hacemos igual con la leche. Repetimos tres veces y ya tendremos todo mezcladito.

Añadimos la pulpa de calabaza y removemos. Vertemos en un molde grandecito engrasado y enharinado. La forma del molde es, obviamente, la que más te guste o la que tengas a mano.

Se mete a horno medio (180º) unos 45 minutos, hasta que la prueba de pincharlo con un palillo salga bien (limpio) pero no interesa pasarlo porque húmedo está más rico ;-)

Está muy bueno. El toque de especias es ya muy especial (nunca mejor dicho ;) y el puré de calabaza le añade mucha jugosidad y el sabor especial de esta verdura, cobre todo si hab´ñeis conseguido las deseadas calabazas potimarrones...mmmhh.

¡Disfrutadlo y contadnos vuestra experiencia!