martes, 6 de agosto de 2013

Croquetas de carne mechada y gallina

Las croquetas son un clásico de la cocina que permite tantas variaciones y sabores como se nos ocurra imaginar, o casi. Dan juego porque permiten aprovechar muchos sobrantes de otros platos, como el clásico cocido, y hacer con ellos un plato distinto y que suele gustar mucho (sobre todo a los enanos). Nosotros hacemos pocas croquetas, más que nada porque son laboriosas, entre hacer la bechamel y dar forma a todas las croquetas, pasarlas por huevo y pan rallado... lleva tiempo, que ahora mismo no suele sobrar. 
croquetas de carne mechada y gallina
El croquetón (en realidad es pequeña ;)

Pero esta semana de solitaria vida en Madrid, entre calores que no suelen incitar a la cocina, he podido aprovechar para hacer estas cosillas que en nuestro día a día con Nora no cuadran ;) Además, tenía hecha la carne mechada que he usado, y que ya formó parte de la receta de crujientes de carne que hice la semana pasada, así que todo era cuestión de darle un buen uso.


Vamos a la receta... La carne mechada ya la tenía preparada del otro día, pero podéis ver como lo hice en la receta de la que he hablado antes: Crujientes de carne mechada. El resto de la receta está basada en las croquetas de perdiz y jamón de Webosfritos, con ciertos cambios de ingredientes y demás. Gracias por tu sabiduría infinita, Su.
  • Ingredientes (para unas 50 croquetas):
    • 250 gramos de carne mechada bien picadita a cuchillo.
    • La carne de un cuarto de gallina de hacer caldo, bien picada también. Esto es optativo, podéis poner otra carne, o nada más, o jamón... al gusto.
    • Un trocito de cebolla bien picada (un cuarto o así)
    • 50 gramos de mantequilla.
    • 50 gramos de aceite de oliva
    • 8 cucharadas de harina (como 170 gramos). Yo utilicé de repostería para probar un consejo que me habían dado.
    • 100 gramos de salsa de la carne mechada.
    • 750-850 gramos de leche templada (no sé con exactitud cuánta fue, pero mínimo 750)
    • Sal.
  • Preparación:
Gallina picadita para croquetas
Empezamos teniendo todo bien picado, fino a cuchillo: las carnes y la cebolla. 


Calentamos la mantequilla y el aceite de oliva suavemente. Una vez caliente, pochamos la cebolla unos minutos.

Una vez hecho, añadimos la harina y damos bien de vueltas. El objetivo es tostar ligeramente la harina, ya que así se consigue que pierda el sabor a harina cruda que no está nada rico. Unos minutos removiendo esta pasta lo consiguen. 

Carne mechada bien picada para croquetas
Mezclamos la salsa de carne con la leche templada y vamos añadiendo esa mezcla a la sartén, poco a poco y removiendo bien entre medias. Una vez tenemos una pasta algo cremosa, añadimos los tropezones cárnicos y mezclamos bien.

Según la textura de la masa, haré falta echar más leche o no. Hay que pensar que al enfriar solidifica más, con lo que interesa dejarlo un punto más líquido de lo necesario para formar las croquetas. Cocinamos como un cuarto de hora y apagamos. 

Dejamos enfriar en la sartén o en una fuente hasta el día siguiente (en nevera tapado mejor).
Bechamel para croquetas de gallina y carne mechada
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Al día siguiente, tenemos que formar las croquetas. Para ello, sobre todo hace falta tener un ratito libre y un pelín de paciencia ;)

croquetas de carne mechada caseras
Preparamos un huevo batido en un cuenco y un plato o cuenco con pan rallado. El proceso es sencillo: tomamos una cucharada no llena de masa de bechamel, y con ayuda de otra cuchara (por ejemplo, puede usarse la mano si se prefiere) le vamos dando un poco de forma cilíndrica. Si gusta más o por comodidad, pueden ser bolitas también.

croquetas de carne mechada caseras

Con la forma medio hecha, pasamos la futura croqueta por huevo batido y la rebozamos en pan rallado. Perfeccionamos la forma y ale, la dejamos en un plato. ¡A por otra!

Con paciencia acabaremos todas las croquetas y tendremos una bonita y suculenta montaña de croquetas listas para freir o congelar.

croquetas de carne mechada caserasPara congelarlas y que no se estropee la forma, podemos optar por tuppers si tenemos hueco en el congelador, o por meterlas en bandejitas recicladas de las que vienen con muchos alimentos (de poliestireno expandido, poliespán o corcho blanco). En este caso hay que meterlas en un film o bolsita de plástico. Lo importante es que no estén aplastadas y se conviertan en una amalgama de croquetas que luego no podamos separar para sacar solamente las que pretendemos comernos.

Para freirlas, publicó ayer Su, en Webosfritos, una serie de consejos para lograr la croqueta perfecta. Funcionan genial (con ellos freí yo las de las fotos) así que ya tenéis tarea de lectura ;).

Ale, a disfrutar de las croquetas caseras, super crujientes y ricas.

2 comentarios:

  1. ¡qué delicia! ¡queremos de estas en el obrador! Preciosa entrada.

    Abrazos,

    Bea

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    Respuestas
    1. Ooohh, gracias Bea :) La verdad es que son las primeras croquetas de las que estoy orgulloso porque han quedado ricas. Normalmente me salían algo sosillas...

      Claro que partiendo de la carne mechada esa que hice, super rica y tierna y sobre todo con muchísima salsa a base de verduras y el jugo de la carne, no podía fallar.

      Aun tengo unas cuantas en el congelador ;)

      Gracias por el comentario, que últimamente el pobre blog está abandonado...¡nunca tengo apetencia de ponerme a escribir!

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