Tiramisú

Oohh, qué bueno y qué rico está el tiramisú... Es de las cosas más deliciosas que te puedes encontrar en formato postre, ¿verdad? Tan cremoso y de sabor tan suave... es una pasada. Y además es bastante sencillo de hacer, no implica extrañas técnicas de cocina ni ingredientes en exceso raros (a lo sumo el queso Mascarpone y ya se encuentra en casi cualquier supermercado mediano). Merece la pena muchísimo, la diferencia con cualquier versión comprada (incluso la mayoría de las que ponen en los restaurantes) es abismal. Está mucho más rico. ¡Al ataque!

• Ingredientes

• Un paquete de bizcochos de soletilla o de base para tartas. Lo ideal es hacerlo en casa también, pero por ahora no hemos probado así que se compra ;)
• 400 ml de café negro bueno y frío. Las recetas que se suelen ver llevan menos de la mitad de café, pero por mi experiencia el bizcocho se lo bebe y te queda seco, así que mejor pasarse.
• 400 gramos de Mascarpone.
• 4 yemas de huevo.
• 2 claras de huevo.
• 100 gramos de azúcar blanco.
• Chocolate negro para rallar.
• Caco puro en polvo.

• Preparación

No es complicado de hacer, solamente tenemos que ir por partes. Lo primero de todo será hacer el café para que esté frío al usarlo. Reservamos.

Separamos las claras de las yemas de huevo, y nos quedamos 4 yemas y 2 claras. Las otras dos claras podemos usarlas en otra cosa (nos las bebemos antes del gimnasio, por ejemplo ;-P), o congelarlas para un uso posterior el día que demos con una receta que lleve claras (por ejemplo el Angel Food Cake se hace con montones de claras).

Batimos en un cuenco las yemas con el azúcar usando unas varillas. Cuanto más esponjoso y cremoso, mejor.Añadimos el Mascarpone poco a poco mientras seguimos mezclando.

En otro cuenco montamos las claras a punto de nieve. Para esto lo mejor es usar una batidora de varillas para no dejarnos el brazo, pero se puede hacer a mano (nosotros no teníamos varillas antes). Antes de meter la batidora espuma un poco las claras con un tenedor y añade un pellizco de sal. Quedarán duras y siempre se dice que se puede dar la vuelta al cuenco sin que se caigan. Esto es verdad pero ¡ojo! si el cuenco es por ejemplo de acero inoxidable muy poco adherente no funciona y se escurren. no probéis demasiado (aunque tenéis otras dos claras sobrantes si os ha dado por tentar a la gravedad ;)

Añadimos las claras a las yemas poco a poco y con cuidado para que no se desmonten, con movimientos envolventes de una espátula.

Ahora pasamos a montar el tiramisú. En un molde ponemos una capa de bizcochos en el fondo y regamos con la mitad del café. Deben quedar bien empapados ya que si no luego se notan secos y no está tan rico, aunque también la crema va a aportar humedad. Extendemos por encima una capa de crema e igualamos la superficie.

Rallamos chocolate sobre la crema y extendemos nuevos bizcochos que regamos con café. Cubrimos con el resto de la crema y espolvoreamos caco en polvo por encima. Listo.

Se mete en la nevera tapado y se deja unas 24 horas. No se puede dejar poco tiempo ya que no se habrá asentado bien y estará menos increíble.

Al servirlo no se suele lograr que salgan porciones perfectas, suele desmoronarse porque no es un postre consistente, los bizcochos están emborrachados en café... Pero es así y es la clave de que esté tan rico.